martes, enero 27, 2009

Gustave Flaubert (1821-1880): Autor Fantástico


¿Qué pinta en un blog de literatura fantástica Gustave Flaubert? Es una pregunta legítima que cualquiera que merodeé por aquí puede hacerse. Por que, efectivamente, si vamos a hablar de Flaubert, uno de los mejores escritores de la historia, es casi obligado hablar de sus dos obras maestras “La educación sentimental” y “Madame Bovary”, dos cumbres de la novela realista y psicológica del XIX.
Y, sin embargo, hay otro Flaubert que los críticos han parecido querer ocultar un tanto, en parte por que no es tan impresionante como en su faceta realista, y, me temo, también por que sus otros devaneos no encajan con determinados esquemas. Flaubert es también un magnífico escritor de novela histórica, muy atento al detalle descriptivo y la erudición en la línea de “La novela de la momia” de Gautier. Ahí tenemos “Salambo”, el clásico sobre cartagineses de la misma forma que “Quo Vadis” o “Ben Hur” son clásicos sobre romanos.
Y, y aquí ya entramos en nuestro terreno, también hay un Flaubert fantástico, mal que sorprenda o pese a algunos. Y, ojo, no es un mal autor fantástico aunque sí un poco breve y monotemático. Flaubert inició su carrera como escritor en la década de los 30 del XIX, un momento en que el Romanticismo y Victor Hugo eran las tendencias a seguir. En este sentido, el aprendizaje de Flaubert como escritor es romántico e incluye un puñado de cuentos fantásticos o cercanos que tocan muchos tópicos del género, como la locura (“Bibliomanía”), el entierro prematuro (“Los funerales del doctor Mathurin”), el pacto satánico (“Sueño infernal”), etc. En ellos se nota ya el gusto del autor por la introspección psicológica, el detalle obsesivo, la descripción ajustada de la realidad. Ciertamente, lo fantástico aquí es muy tangencial o totalmente accesorio.
Sin embargo, con el tiempo, Flaubert renegó de estas obras (muchas tardaron en encontrar hueco en sus “Obras completas”) y del Romanticismo, pero no lo hizo, en cambio, de otra de sus pasiones: la fantasía religiosa. Nos encontramos aquí ante obras densas, complejas, auténticos alardes de erudición sobre extrañas sectas cristianas o religiones ya olvidadas. Son trabajos exquisitos, magníficamente escritos, llenos de complejas alegorías y de una imaginación desbordante, plena de imágenes potentes, oníricas y precursoras del surrealismo. No son lecturas fáciles y nada recomendables para los más habituados a la fantasía épica tipo Tolkien o Martin. Pero sí son libros fascinantes y complejos que merecen una lectura atenta y reposada (y un cierto esfuerzo, no voy a negarlo).
El más famoso de estos títulos es “La tentación de San Antonio” (1872), un libro sobre el que la mayoría de los críticos pasan de puntillas entre la perplejidad y el asombro pero que mereció el aplauso de Borges. Curiosamente, algunos de los cuentos iniciales de Flaubert también fueron escritos en esta línea treinta y cinco años antes, es el caso de “Smarh” y del ya citado “Sueño infernal”, igual de crípticos y fascinantes, es posible que más barrocos y primerizos pero llenos de párrafos que hubiesen encajado a la perfección en “La tentación de San Antonio”.
Lo último que Flaubert publicó de forma completa fue uno de sus mejores trabajos: “Tres cuentos” (1873), un librito donde convergen de forma magistral sus tres pasiones en sendos relatos: el realismo en “Un corazón sencillo”, lo histórico en “Herodías” y la fantasía religiosa en “La leyenda de San Julián el hospitalario”.
Probablemente, este último cuento sea su mejor y más asequible obra fantástica, religiosa o no. Escrito con una pasmosa y engañosa sencillez, la portentosa vida de este santo, tan extraña como horrible, parece un sueño vívido, pero sueño a fin de cuentas, lleno de simbolismo que han hecho la delicia de los psicoanalistas y provocado la desesperación en más de un crítico. Una de las mejores, y más extrañas, obras fantásticas francesas del XIX.
Así que, efectivamente, Flaubert fue un escritor también fantástico, aunque, no se puede negar, que sus mejores obras siguen siendo sus esfuerzos realistas y que, seguramente, no habría llegado a la fama sí sólo hubiese escrito ese puñado de lecturas alegóricas, religiosas y románticas. Pero ahí están, para desconcierto de algunos aficionados a la cuadrícula mental.
Una última nota pedantilla, los cuentos de juventud de Flaubert están publicados por Valdemar en El Club Diógenes en un volumen titulado “Cuentos negros y románticos”, una pena que no incluyan alguno más que podría haberse incluido en este apartado como “La danza de la muerte” del que sólo conozco su existencia por referencias, aunque no sé si ha sido publicado en español aparte de en alguno de los volúmenes de sus “Obras completas”. “Tres cuentos” han sido profusamente editados en Valdemar, Alianza, o Cátedra, entre otras. En cambio, de “La tentación de San Antonio”, hay menos donde elegir, la Biblioteca Personal de Jorge Luís Borges (¡una colección de quiosco!) y Siruela en El Ojo Sin Párpado, son las ediciones que he manejado, me imagino que habrá alguna edición más moderna pero dudo que tenga la difusión de, por ejemplo, “Madame Bovary”.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es curioso cómo se aprece este caso al de Emilia Pardo Bazán. Se insiste en clasificarla como autora realista, y efectivamente era una gran admiradora de los naturalistas franceses, pero la mayor parte de su producción son cuentos (unos 700), de estilo efectivo, anglosajón, entre los que abunda lo policiaco, el terror, la fábula sobrenatural a lo Hawthorne, y la fantasía religiosa. Tal vez has leído una delicia: "La borgoñona", adaptación de una historia de devocionario. Es sólo un ejemplo.

dom feb 15, 05:17:00 p. m. 2009  
Blogger Iván Fernández Balbuena said...

El caso de Flaubert y Pardo Bazán no son únicos. Dickens, Balzac, Turgueniev, son autores teorícamente ralistas pero con magníficos cuentos fantásticos.
Aquí en España está el caso de Galdos, nuestro realista por definición pero autor también de, entre otros, "La sombra".
De Pardo Bazán recuerdo con agrado un cuento (el título no me viene ahora a la cabeza)sobre un niño engendrado por un fantasma realmente pavoroso.

dom feb 15, 07:51:00 p. m. 2009  

Publicar un comentario

<< Home