viernes, mayo 30, 2008

AJEC

La verdad es que meterse con el Grupo AJEC es uno de los hobbys que todo buen friki de la CF practica con asiduidad. Y, ciertamente, te lo ponen fácil. Aunque ha mejorado bastante desde sus inicios, la edición de sus libros sólo puede calificarse como chapucera. Las erratas, la maquetación y demás cuestiones técnicas son desastrosas. La palma, probablemente, se la llevó el libro de Barlow sobre Dick, aunque casi ninguno de sus productos se libra.
Y, sin embargo, yo quisiera romper una lanza por AJEC. Por que esta pequeña editorial tiene una virtud que, a mis ojos, la está empezando a convertir en insustituible. Decía hace poco en una entrada que la generación veterana de la CF (Marín, Aguilera, Rudy y demás) lo tenía complicado para publicar vista la evolución reciente de Minotauro. Sin embargo, hay gente que lo tiene más crudo aún. Me refiero a los autores nuevos, a aquellos que quieren sacar su primer libro y que sólo les avala un puñado de relatos y, a veces, ni eso. A gente que es posible que todavía no haya alcanzado un nivel brillante pero que necesita foguearse escribiendo y viendo como su esfuerzo tiene algún fruto. A los devotos de la CF, el Terror y la Fantasía en su aspecto más estrictamente de género que nunca verán abiertas las puertas de las grandes editoriales.
Gente con esas características concretas lo tiene más que crudo para comerse algún rosco en el mercado editorial actual. Máxime si tenenos en cuenta que muchas de las grandes revistas y antologías de relatos han muerto y no se les ve continuación (como Gigamesh, Asimov o Artifex), por lo menos en papel.
Bueno, pues siempre hay un atisbo de esperanza, y, en este caso, la esperanza está encarnada precisamente en el muy denostado Grupo AJEC. Por que esta pequeña y terrible editorial es la que se está encargando de publicar a estos autores y, de propina, a precios asequibles.
Si miramos su catalogo podemos encontrar una lista de nombres que, en principio, no suenan mucho excepto para los iniciados (y a veces ni a esos): J. E. Álamo, Juan Antonio Fernández Madrigal, Marc Soto, María Concepción Regueiro, Sergio Parra, Daniel Mares, Santiago Eximeno,...
Me dejo muchos nombres en el tintero, por supuesto, pero esta es una buena representación de perfectos desconocidos y pequeños famosos sólo para la secta que difícilmente veríamos en el catalogo de cuaqluier otra editorial.
Como dice el refrán, hay de todo como en botica, libros interesantes, buenos, malos, aburridos, curiosos, atrevidos y adocenados. Pero eso no es lo importante, lo importante es que hay un puñado de gente que si no fuera por AJEC puede que hubiese tirado la toalla y hubiera dejado la escritura, logrando que, quizás, uno de ellos nunca pudiese escribir esa gran obra que lleva dentro, que revolucionará el género, deleitará a los lectores pero que todavía no es capaz de escribir.
Por eso digo que AJEC está empezando a ser insustituible, por que, me temo, es casi la única editorial que juega ese importante papel de cantera y vivero de nuevos autores. Así que eso, al menos, merece un reconocimiento.
Lo que no quita para que sigamos rezando por que alguien consiga acabar con la chapuza habitual que se perpetra en casi todas sus publicaciones.

miércoles, mayo 28, 2008

Memoria Recuperada: "Días de Hierba" de Tanith Lee


Traducción, una más, de Rafael Lasaletta. En la portada una ilustración referenta a la obra (¡y agradable!). Como ya es habitual, la calidad de la edición de Edaf deja mucho que desear. En este caso tenemos, entre otras cosas, una sinopsis equivocada y la habitual publicidad engañosa, con la palabras "Premio World Fantasy" en la portada (una vez más comento que aunque ese premio lo ganó Lee no fue por esta novela). Además, dicho galardón no es de los más conocidos en nuestro país así que queda bastante claro que el único interés de la editorial es vender al precio que sea, y, parece, los premios venden, así que, ya sabemos la calidad y la verdad que pasen a un segundo plano.
Tanith Lee es una escritora poco conocida en España y bastante desconocida para mí. Que sepa sólo hay publicados suyos cuatro libros de lo que he leído tres. También, que sepa, sus novelas son por lo general de Fantasía y en E.E.U.U. está considerada como uno de los pilares del género.
Sin embargo, este es un libro de ciencia ficción (¿una obra de juventud? ¿un cambio de estilo?), el único suyo de dicho género publicado en España, y, si bien como escritora de Fantasía tiene su aquel, como autora de ciencia ficción deja mucho que desear.
La novela es un tanto extraña: lenta, claustrofóbica, anticuada y, a veces, inexplicable. Se divide en dos partes radicalmente diferentes. En principio, la humanidad ha sido diezmada por una raza de extraterrestres (que son clavadoa a nosotros, que curioso) y los supervivientes se han refugiado en el subsuelo. Todo suena a años 30 pero con toque feminista (la protagonista es chica). Pero, cuando ya te has acostumbrado a tan curioso ambiente, hacia la mitad del libro, giro brutal. Un traidor descubre el refugio a los extraterrestres y estos lo aniquilan, los supervivientes son convertidos en "animales de compañía" y, prácticamentente, desaparecen la mitad de los protagonistas.
Al final, claro, gana la humanidad pero ese extraño giro a mitad del libro hace que la obra resulte bastante fallida al dejar al lector completamente desubicado.

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Y aquí paré con Tanith Lee, no mucho más se ha publicado de ella, y no tengo ni idea de si es mejor o peor que esos libros suyos que leí hace más de 15 años, pero es que, de todas las cosas horribles que me leí en el 95, esta es la peor, con diferencia. Y, claro, así es complicado cogerle aprecio a nadie.

martes, mayo 27, 2008

Unas Palabras de Salman Rushdie

"Las alfombras no vuelan y las mujeres no se enamoran de uno porque les dé de beber un filtro, pero es algo que a todos nos gusta encontrar en las páginas de un libro. Hay críticos que piensan que la Fantasía te hace escapar de la realidad pero es precisamente al contrario, te ayuda a explicarla"

Palabras de Salman Rushdie en el Hay Festival presentando su nueva novela "The Enchantress of Florence", calificada como la más cercana de las suyas al realismo mágico, y con las figuras de Calvino y Gacía Márquez como puntos de referencia.
Siempre me ha caído simpático Rushdie, un ejemplo por razones conocidas por todos, me gustó mucho "Versículos Satánicos" y me encanta verle definir lo fantástico de una forma tan certera. Lo dicho, un gusto.

domingo, mayo 25, 2008

Memoria Recuperada: "El Mundo de la Muerte" de Harry Harrison


Esta es la primera novela de Harry Harrison, un autor muy interesante aunque a veces algo fallido. Publicada en 1960 tiene, en cierta forma, un carácter de puente entre dos épocas, entre Campbell y la New Wave. El estilo es típicamente campbelliano, directo, sencillo y sin florituras, los personajes menos arquetípicos y la trama simple pero efectiva. Pero, en cambio, también aparecen temas como el pacifismo, el ecologismo y otros toques psicológicos más típicos de lo que vendría después. Un libro sin muchas complicaciones, amenos y agradable, muy bien considerado en su época (fue finalista al Hugo) y algo olvidado hoy en día. Muestra a Harison en sus inicios, con un embrión de muchos de los temas que luego desarrollará a lo largo de su carrera. Aventuras, acción, amor, humor, planetas extraños, luchas constantes. En fin, aquella vieja CF tan querida.

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Harrison cimentó su fama con un buen montón de relatos y varias series de novelas, entre estas destaca la space opera paródica protagonizada por la Rata de Acero Inoxidable, una ucronía donde los dinosaurios no se extinguieron y conviven con los humanos, y esta primeriza saga de “El Mundo de la Muerte”. La editorial Tridente sólo pudo sacar este primer tomo, pero en los 70 Producciones Editoriales consiguió publicar este y el segundo. A ratos recuerda a Vance y no deja de ser una lectura interesante pero siempre he tenido la sensación de que Harrisón fue un autor que consiguió hacer una obra maestra (“¡Hagan Sitio! ¡Hagan Sitio!”) y, posteriormente, sólo sacar adelante un buen puñado de mediocridades.

jueves, mayo 22, 2008

La Tercera Fundación

Aunque en esto de la literatura fantástica llevo, prácticamente, toda mi vida lectora, no fui consciente de la existencia del fandom hasta una edad relativamente tardía. Algún amiguete había que compartía mis gustos pero, en general, siempre tuve la sensación de estar más sólo que la una en mis aficiones.
Internet revolucionó esta faceta de mi vida, al igual que a otra mucha gente y con otros muchos temas. Y en este sentido fue fundamental la añorada página naranja: Cyberdark. Un lugar perfecto para desarrollar con comodidad ese vicio oculto que muchos llevabamos dentro pero que no teniamos con quien compartir.
Cyberdark murió como es de todos sabido, pero, rápidamente, se produjo la "diaspora naranja" y nacieron una serie de webs con la sana intención de recoger la antorcha. Este blog, como otros muchos, es parte de esa diaspora, pero hay páginas con mucha más enjundia. Probablemente, la más ambiciosa sea Se Dice, que claramente quiere emular a Cyberdark en todas sus facetas, aunque, en mi opinión, sólo lo consigue con los foros.
C ha recogido la antorcha de las críticas y creo que en este sentido lo está haciendo muy bien (el hecho que sea uno de sus colaboradores más acivos espero que no nuble mi juicio).
Pero, de todas las facetas que tenía Cyberdark la que me enamoró desde el principio y usé con frenesí fue la biblioteca. Y esta también tuvo su heredero natural: La Tercera Fundación.
Debo decir qu, por desgracia, el proceso de puesta en marcha de esta página ha sido muy lento. Con esto no estoy criticándola, bastante esfuerzo es mantenerla en pie por amor al arte, pero el hecho sigue ahí, desde la desparición de Cyberdark hasta que La Tercera Fundación empezó a funcionar pasó mucho tiempo y hubo muchos fallos y problemas técnicos.
Eso y mi naturaleza vaga y dada a la desidia hicieron que la perdiese un tanto la pista. Hace poco volví a frecuentarla y debo de decir que casi todos los fallos han sido subsanados. De hecho, una de las funciones que faltaban y que más me gustaba, introducir comentarios a los libros, va de maravilla.
Probablemente hace más tiempo que todo esto es así, pero yo lo he descubierto hace poco y, de nuevo, he comenzado a verter pequeños comentarios en la biblioteca, con mi viejo nick de cebra y pasándomelo bomba mientras lo hago.
Intentar reducie la esencia de un libro a unas pocas líneas es un ejercicio mental tan frustrante como entretenido, y en ello ando. La nostalgia es un estado mental que se suele combatir de muchas formas, ahora, la nostalgia por Cyberdark y su biblioteca es mucho más fácil de derrotar.

miércoles, mayo 21, 2008

Memoria Recuperada: "Krono" de Charles L. Harness


Traducción normalita de Alejandro Pareja. Edición típica de Edaf, ni chicha ni limoná, colores chillones, tapa blanda y aspecto espantable. En la portada la típica ilustración de esta colección que siempre dejan bastante que desear (sin embargo, esta aún se salva un poco).
De nuevo un deleznable libro de Edaf (¡Señor, qué editorial! apenas se salvan un par de ellos), pero esta vez he de reconocer que esta es una de sus novelas más potables ¡Ojo! No es una obra maestra, más bien discretita, pero tiene su encanto y, desde luego, comparada con otros títulos, es una joya.
Harness es un autor de los años 50, del que, prácticamente, sólo habla bien Pringle, y que, personalmente, conozco poquito. De hecho, este es el primer libro suyo que leo. No es una obra conocida y si bastante tardía (1988), cuando se supone que lo mejor de su producción fue, como dije, su obra de la década de los 50. Y todo esto se nota porque el libro tiene un aire general de algo anticuado y pasado de moda. En primer lugar por el tema: viajes en el tiempo. Probablemente uno de los tópicos más trillados y sobre el que más se ha escrito, incluidas unas cuantas paridas. Así pues, el esquema general es poco convincente y está muy visto. A saber, futuro lejano y deprimente (teocracia religiosa, ecología destrozada, superpoblación). Existe un cuerpo temporal que busca nuevos emplazamientos para el exceso de humanidad, como no, son un mero peón en un complicado juego político lleno de intrigas y mala leche. También aparecen interferencias de otro posible futuro (¡Sorpresa!) y, para variar, el inevitable latiguillo de que la solución temporal no es la mejor y se debe colonizar el espacio.
Todo muy visto, por tanto ¿Qué salva a este libro? Un protagonista simpático y bien construido que intenta recuperar su amor perdido, y un estilo frío, impersonal y alejado.

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Del británico Charles L. Harness, Pringle destacó “Los Hombres Paradójicos”, la mayor parte del resto de la crítica no comparte su opinión. Como este libro era (y es) muy difícil de conseguir en el mercado de segunda mano (sólo ha sido publicado por Nebulae II Época en los 70) me tuve que conformar con esta opción B, de aquella mucho más sencilla de encontrar. Mis conclusiones de ahora son las mismas de aquellos años, así que poco tengo que añadir. Excepto que releido el texto me doy cuenta de la cantidad de puntos en común entre este mediocre “Krono” y el mucho más potente “El Fin de la Eternidad” de Asimov. Ya se sabe, en literatura la diferencia entre coincidencia, inspiración y copia es bastante tenue.

jueves, mayo 15, 2008

"Leyendas y Folklore Irlandés" de W. B. Yeats


A veces, cuando uno se enfrenta con un libro, puede sentirse un poco sobrecogido por algunos de los aspectos exteriores de dicha lectura. Por ejemplo, si uno va a leer a Yeats rápidamente le viene a la cabeza las palabras Premio Nobel y, a que negarlo, el pensamiento: “será difícil” (o “será un coñazo”, otra posibilidad).
Sin embargo, con esto de los premios Nobel hay mucha leyenda y conviene tomarse las cosas con calma, autores tan amenos como Kipling, Hemingway o García Márquez lo han ganado y son cualquier cosa menos aburridos o difíciles. Por otro lado, el Nobel está lleno de ilustres desconocidos y abundantes fracasados, autores que en su época lo ganaron de forma dudosa o peculiar, o, simplemente, que ya no gozan de la popularidad de antaño, Echegaray o Benavente, dos de los españoles que lo consiguieron, están en este campo, pero conviene no olvidar que también lo ganó alguien tan olvidado en su pale de escritor como Winston Churchill.
Con todo, hay otras cuestiones que también pueden resultar temibles, Yeats está considerado como uno de los poetas importantes del cambio de siglo en lengua inglesa y, además, como el poeta nacional de Irlanda (aunque este es un campo que desconozco me da la sensación que últimamente su valor como poeta está un tanto de capa caída frente a otros de sus contemporáneos). Sin embargo, a pesar de todo, uno tiene que ser audaz y, de vez en cuando, darse un chapuzón en aguas hondas a ver que pasa. El resultado es que, realmente, no es tan fiero el león como lo pintan.
Este libro es una deliciosa e interesante recopilación de cuentos populares irlandeses. Agrupados temáticamente y alejados del terreno de la leyenda (poco hay de Cuchulain o los Tuatha-da-nan), a pesar del título, se sitúan más dentro del folklore, del mundo de las hadas, trasgos, brujas y gigantes. Publicados en la juventud de Yeats, son claros deudores de la obra de los Hermanos Grimm y reflejan, en parte, sus intereses de aquella época, claro que no es menos cierto que aquí se ve poco la mano del poeta ganador del Nobel y si, en cambio, la del lector apasionado de colecciones de cuentos populares de todo el mundo y la del ávido oyente de la rica tradición oral de las tierras irlandesas.
Resultan refrescantes, divertidos y muy agradables, suelen ser muy breves y oscilan entre las historias picarescas y las de terror pero siempre en un tono amable y, a que negarlo, infantil.
Hay un par de cuestiones últimas que me parecen interesantes y que no puedo dejar de señalar. Yeats recogió muchas de estas historias de entre sus vecinos más ancianos pero otras muchas las copió (o más bien reelaboró) de colecciones previas de folkloristas irlandeses (entre los que destaca Lady Wilde, la madre de Oscar Wilde, experta en el tema). Y, aunque no lo parezca, las intenciones de Yeats al escribir este libro no eran del todo inocentes. Nacionalista irlandés acérrimo, se le puede ver también como el fundador de una tradición literaria en este país al margen de Inglaterra. De esta forma, sus experimentos con el folklore de su patria chica (imitados por otros coetáneos y seguidores suyos como Lady Gregory o James Stephens) tiene una clara intencionalidad política: remarcar las diferencias entre Irlanda e Inglaterra, entre la colonia y la metrópoli, romper los puentes entre ambos mundos y hacer que la literatura irlandesa volase sola (como lo haría en breve el resto del país). Para ello había que crear una tradición secular y atractiva, y la literatura oral y popular era un buen sitio desde donde empezar (la obra de los Grimm se encuadra en un fenómeno histórico similar, en este caso la creación de una nacionalismo alemán). Que esta obra esté escrita en inglés y no en gaélico no debe llamarnos a engaño, en aquella época una buena parte de la población anglo-irlandesa defendía la autonomía, hay que esperar unos años todavía para que se conviertan en los actuales unionistas.
Y, sin embargo, el proyecto de Yeats, como tantas fantasías nacionalistas, falla por su base. Los supuestos cuentos irlandeses realmente no lo son, muchas de estas historias aparecen en el folklore alemán, escandinavo, inglés, etc, etc. Algunas, punto por punto, están sacadas de los Grimm, otras del italiano Basile y, unas pocas, se remontan a la época grecolatina e incluso a la Biblia y “Las 1001 noches”. La supuesta singularidad irlandesa no lo es ni por asomo. O bien existe un sustrato europeo común a casi todas las tradiciones orales, o bien la obra de determinados autores (especialmente los Grimm, pero también los autores clásicos) se difundió más rápido y profundamente de lo que parece, y fue pronto asimilada por las tradiciones populares nacionales.
No voy ahora a ser tan absurdo de negar las raíces célticas irlandesas, pero tampoco podemos olvidar que ningún pueblo crece sólo en medio de la nada, que todos conocen y copian las tradiciones de sus vecinos y que, a la larga, es más fácil encontrar los puntos en común de un lugar como Europa que sus supuestas diferencias. Irlanda posee una entidad cultural propia, pero que afecta, imita y se fusiona con la de otras regiones cercanas como Inglaterra, Gales, Escocia o Francia. Buscar diferencias a este tronco común es buscarle tres pies al gato, o dejarse llevar por el frenesí político correspondiente, algo que, evidentemente, ocurrió con Yeats. Triste es que un siglo después las cosas no vayan mucho mejor.
Por último, una breve nota bibliográfica. La editorial Olañeta publicó este libro en una edición anterior en dos tomos, el hecho de que ambas se presentasen en la misma colección (¿?) con unos cuantos números de diferencia pueden llevar a error a algún comprador y/o lector. Avisados quedáis.

miércoles, mayo 14, 2008

Memoria Recuperada: "Grendel" de John Gardner


Traducción de Camila Batlles, difícil de catalogar ya que el peculiar y extravagante estilo del autor hace que el texto suene raro en muchas ocasiones y no queda claro si eso se debe a los méritos de Gardner o a los de Batlles. En cualquier caso, no tuvo que ser un trabajo fácil.
En la portada hay una ilustración alusiva a la historia poco afortunada, en mi opinión, pero esa es una tónica habitual en la vieja colección de Destinolibro.
Una obra, como poco, compleja, no habitual y un tanto experimental. Realmente, acudí a ella un poco engañado y, cuando acabe de leerla estaba, cuando menos, un tanto desconcertado.
Pero será mejor que me explique, “Grendel” aparece citado por Pringle en su selección de “Las 100 mejores novelas de Fantasía”, y como me propuse leérmelas todas algún día, era lógico que tarde o temprano me hiciese con él. Por otro lado la crítica de Pringle es atrayente, ponía al libro bastante bien y el resumen de la novela parecía fascinante. La medieval leyenda anglosajona de Beowulf recreada en prosa moderna y desde el punto de vista del monstruo. Realmente la cosa prometía. Y como resulta que en tiempos me leí el “Beowulf” original me dije: mejor que mejor. Como, además, el libro era baratito y parecía que podía desaparecer pronto del mercado me lo compré sin dudarlo.
Y ahí llegó la sorpresa. No estamos ante una obra clásica de fantasía, sencillota y destinada a hacernos pasar un rato agradable. Estamos ante un libro breve pero complejo, lleno de prosa complicada y experimental, extraño y, muy a menudo, incomprensible. El monólogo de Beowulf resulta pesimista, raro, incoherente e inexplicable. Aparte de tremendamente crítico e intimista. Los hombres son presentados como unos seres extraños, crueles, falsos y destructores. Pero Beowulf mismo no parece mejor, su crueldad y misterio parecen un reflejo del carácter de la propia novela.

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Puede que fuese la traducción pero terminar este librito me costó lo suyo. Y no sé si realmente mereció la pena el esfuerzo. O bien es una de las cagadas de Pringle o mi paladar no está hecho para semejante manjar. A saber.
Y, por cierto, aún no me he leído todas las novelas de la lista de Pringle. Soy un hombre de proyectos pero de ahí a terminar alguno…

lunes, mayo 12, 2008

Un Premio Llamado Minotauro...

Cuando el Premio Minotauro apareció fue visto, entre otras cosas, como una oportunidad para que algunos de los autores, por decirlo de alguna manera, fandomitas diesen el paso hacia la profesionalización. El premio era (y es) jugoso en lo monetario y, como ocurrió con el UPC, podía ser un poderoso acicate para que los escritores diesen lo mejor de si mismos.
Y, de hecho, en su primera convocatoria la cosa fue por ahí. León Arsenal (uno de los miembros de la TerMa) ganó y, a partir de ahí, encarriló su carrera profesional como escritor (eso sí, en la novela histórica más que en el fantástico, género, todo hay que decirlo, que ya había tocado anteriormente). Los siguientes ganadores provenían también de ese mundo: Rodolfo Martínez Javier Negrete eran también "de los nuestros", y lo mismo podía decirse de otros finalistas que consiguieron ver publicadas sus novelas en Minotauro como Eduardo Vaquerizo, Carlos Gardini o Víctor Conde. Situación esta que, probablemente, ayudó a que otros autores como Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera o Ángel Torres publicasen también en esta casa.
Curiosamente, estas obras fueron apareciendo, casi todas ellas, bajo la batuta de Lorenzana, el director de la editorial buen conocedor del género.
En las dos últimas ediciones, en cambio(y con otra dirección en la editorial), los autores premiados son ilustres desconocidos para la mayoría de los aficionados españoles a la ciencia fición, el terror o la fantasía: Clara Tahoces y, este año, Federico Fernández Giordano con "El Libro de Nobac".
No vamos a entrar en el terreno de la calidad, puede que "Gothica" fuese un truño pero "Los Sicarios del Cielo" tampoco era para tirar cohetes. Simplemente menciono un cambio de rumbo, cuando menos, interesante. Parece que, excepto por aquellos autores que han demostrado sobradamente su capacidad de ventas (como, por ejemplo, Negrete), se ha cerrado el grifo a los autores "de siempre" y se ha preferido dar una oportunidad a otro tipo de escritores.
No sé si esto se debe a una cuestión de ventas (aunque la mayoría de los premiados, de uno u otro mundo, han salido en bolsillo, lo que es una buena señal) o, simplemente, que la nueva dirección no confía o conoce bien a los escritores fandomitas.
En cualquier caso, para aquellos que hemos disfrutado con la obra de estos autores no es una buena noticia. En estos tiempos de crisis que se cierre una puerta más para estos escritores puede ser la diferencia entre la vida o la muerte (editorial, que duda cabe). Y ese, es otro clavo más en el ataud que en los últimos años parece que se está construyendo para cierta forma de entender la literatura fantástica en nuestro país.

lunes, mayo 05, 2008

Memoria Recuperada: "Cuando el Dragón Despierte" de John M. Ford


Traducción aceptable de Albert Solé. Portada con una ilustración que representa a un guerrero vigilando los dragones blancos y rojo de Inglaterra y Gales, alusiva a la historia pero un tanto sosita. La edición es algo más pobre de lo habitual porque al libro ya se le están despegando las tapas.
Estamos aquí ante un subgénero difícil de clasificar: el de la Historia Alternativa. Generalmente se le da acogida en el congestionado edificio de la CF, ya que la mayor parte de estas historias transcurren en un ambiente tecnófilo (viajes en el tiempo, universos paralelos). Pero este libro en concreto es pura Fantasía. Entre otras cosas por que el relato no transcurre en nuestros días si no a finales de la Edad Media y en un mundo donde la magia es fundamental.
Esta Historia Alternativa parte de una premisa original, Bizancio ha conseguido sobrevivir a la Edad Media, no sólo intacto si no como una superpotencia que ha extendido sus tentáculos por casi toda Europa bajo la idea de reconquistar el antiguo Imperio. Sólo el norte de Europa (bastante salvaje y bárbaro), algunas ciudades italianas (en pleno Renacimiento) e Inglaterra (que controla Gales y parte de Francia pero no Irlanda ni Escocia) se alzan frente a los bizantinos.
Como es lógico, Bizancio es el “malo malísimo” e Inglaterra “el último bastión” y toda la historia narra el intento de los orientales por hacerse con esas tierras. A destacar el realismo de la acción, Inglaterra no se nos muestra como una santa si no todo lo contrario (los galeses están al borde de la insurrección) y los protagonistas son una mezcla de galeses, bizantinos e italianos que aceptan que Inglaterra es mala pero Bizancio es peor. Lo negativo: un exceso de intrigas oscuras que hacen la trama demasiado enrevesada.

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Este fue un libro que cogí con muchas ganas y del que esperaba mucho más de lo que encontré. No sé si es culpa suya o mía pero “Cuando el dragón despierte” es una novela agradable e interesante que, por alguna razón, no acaba de funcionar del todo. La verdad, una pena y un misterio.