domingo, enero 08, 2006

Visiones 2005


La tradicional antología de “nuevos valores” que cada año presenta la AEFCFT esta año ha sido recopilada por Santiago Eximeno y, como no tratándose de él, gira, principalmente, alrededor del cuento de terror. En efecto, puede que algunas historias sean ciencia ficción pero todas (bueno, casi todas) tienen una marcadas deuda con el terror o los ambientes macabros. No en vano estamos ante 13 cuentos, un número, evidentemente que no es causal.
Como toda antología es un poco irregular pero teniendo en cuenta que casi todos sus autores son más o menos noveles (con excepciones), el resultado final es más que meritorio. Y hay que reconocer que tanto por precio como por su aspecto físico, el librito no está nada mal.
En mi modesta opinión, el mejor cuento de todos es “Destellos de oscuridad” de Sergio Mars. Si alguien me hubiera dicho hace unos días que el ocultismo podía unirse a la cf hard (en este caso química) sin chirriar, hubiese pensado que me tomaban el pelo. Mars consigue esta peculiar cuadratura del círculo.
También es bastante notable “Cara Data Archangeli” de Sergio Alejandro Amira que logra otro peculiar híbrido, ciencia ficción con una especie de Nuevo Testamento post-Apocalipsis de San Juan y unos arcángeles de lo más desagradables.
Nuria C. Botey aporta una página más al “Libro de los seres imaginarios”de Borges con “Animales de compañía” y Alfredo Álamo se encarga de realizar un perfecta y desagradable fantasía siniestra en “María y los mendigos”.
Otros cuentos desentonan más, no por que estén mal escritos si no por que no acaban de tener elementos fantásticos. “Bella y tierna historia de amor” de Marc Soto y “Ojos que ven” de Ekaitz Ortega no dejan de ser historias de esquizofrénicos que pueden explicarse perfectamente sin recurrir a lo sobrenatural (aunque la primera da bastante yuyu y la segunda crea una sensación de desasosiego bastante desagradable). En esta misma línea está “Duro como una roca” de Sergio Gaut Vel Hartman, una historia inverosímil pero no fantástica.
Otros cuentos hubieran estado mucho mejor si no fuera por algunos defectillos que les impiden ser totalmente redondos como “Nieve negra” de Fernando Ángel Moreno (demasiado confuso) y “Pastor” de Alberto García-Teresa (demasiado apresurado).
“Erinnis” de Raquel Froilán es un intento fallido de relato humorístico de terror. En cambio los intentos de Javier Esteban, J. P. Bango y Oscar Olivares Lucio me han dejado bastante frío.
En cualquier caso, otra antología perfecta para pasar un par de tardes de lo más entretenido (y asustado pero de eso se trata ¿no?).